La confusión se ha disipado y ya no hay nada que perturbe la relación entre Patch y Nora. Han superado los secretos que se escondían en el oscuro pasado de Patch..., han atravesado mundos irreconciliables..., se han enfrentado a pruebas sobrecogedoras de traición, lealtad y confianza..., y todo ello por un amor que trasciende los límites entre el cielo y la tierra.
Armados con la fe absoluta que tienen el uno en el otro, Patch y Nora se enfrentan ahora a un villano que pretende acabar de una vez y para siempre con cuanto han luchado por conseguir, incluido su amor.

Siento que la parte del “misterio” podría haber estado más explotada y haberle sacado más juego a la historia; pero teniendo en cuenta de que todo el mundo decía que este era el libro “de relleno” de la saga y que prácticamente no aportaba nada…

"Solo hay una cosa que ya sé con certeza. Que haría cualquier cosa por ti incluso si eso significa ir en contra de mis instintos o de mi propia naturaleza. Dejaría todas las cosas que poseo, hasta mi alma, por ti. Si eso no es amor, es lo mejor que tengo."

A mí no me suelen gustar los prólogos y las historias con prólogos me asustan porque inmediatamente las relaciono con algo malo. Pero este prólogo fue todo un descubrimiento, ¡madre mía! Es un puntazo que te ayuda a meterte en el libro y engancharte desde el principio. Además, si eres como yo y vas leyendo los libros cada mil años el prólogo y los primeros capítulos te ayudan a ir recordando cosas de los libros anteriores que había olvidado por completo.

El final es el típico cliffhanger más grande del mundo, porque la trama que presenta para el último libro puede ser todo un descubrimiento… y sangriento.