Growyn no es un elfo cualquiera, es el único detective de la Tierra Sinfín. Lo mismo desenmascara al duende que secuestró un bebé, que averigua quién robó el tesoro de un dragón. Tras resolver con éxito un nuevo caso, llega el momento de tomarse unas vacaciones. El elfo se dirige a Sidherde, el país de las hadas. Allí espera descansar y disfrutar de la fiesta que celebra los mil años de paz de la región. Qué equivocado está.
Un hada es encontrada muerta en el río. Aunque parece un accidente, un gnomo amigo del hada ahogada sospecha que la han asesinado y contrata los servicios de Growyn. El elfo detective no puede resistirse a un caso tan llamativo y acepta el trabajo, acabando así con sus cortas vacaciones. La investigación le hará vivir una aventura realmente insólita. Sombras en el bosque, pistas falsas, interrogatorios, lucha, huidas, magia, peligro y misterio, mucho misterio.
Lo que Growyn no sabe es que, para descubrir al asesino, tendrá que arriesgar incluso su propia vida.



Cuando el autor me pasó la sinopsis, me pareció muy interesante, tanto como el título. Pero cuando llegó el ansiado paquete, me eché hacia atrás por la portada, parecía un libro muy infantil, y os lo dejo claro desde el principio:NO LO ES .
Pero, como todo el mundo dice, no hay que juzgar un libro por su portada.
Así que, hace una semana, me lo empecé. El principio no me atrapó mucho, pero a medida que iba leyendo y leyendo me sumergía más en la historia, entrando en un mundo lleno de fantasía del que, sin apenas darme cuenta, a los tres días ya estaba enganchada.
No he llegado a entender de todo al protagonista, pero sí he llegado a cogerle cariño a muchos personajes.
Él crea un nuevo mundo por encima de todo lo que ya conocemos: hadas, elfos, y más especies que todos conocemos, con unos nuevos rasgos.
El final. El final me ha encantado y me ha impactado a la vez, nunca creí que un final pudiera ser tan divergente a cómo empezó todo. Me he llevado una grata sorpresa con este final.
Algo que me ha sorprendido también es que el autor lo modifica todo, los centímetros de distancia los llama bellotas. ¡Bellotas!
Y cada capítulo acababa con un "algo" que lograba convencerte de seguir leyendo, pudiendo ser una muerte, un descubrimiento nuevo o cualquier otra cosa, ¡pero quieres seguir leyendo!
Si tengo la oportunidad de leer otra aventura de este autor, no me lo pensaré ni lo pondré en duda: SÍ.

Una novela enganchante, llena de magia, aventuras, muertes y miles de secretos que, tarde o temprano saldrán a la luz.