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Reseña: Mil soles espléndidos - Khaled Hosseini
8:30Hija ilegítima de un rico hombre de negocios, Mariam se cría con su madre en una modesta vivienda a las afueras de Herat. A los quince año...
A thousand splendid suns · Autoconclusivo · Salamandra · 380 páginas · 21,50
OPINIÓN PERSONAL
Mil soles
espléndidos es un libro que lleva en mi casa demasiados años, y hasta ahora
no me había fijado lo suficiente en él como para cogerlo y ponerme a leerlo.
Pero el otro día llegué a la página de Goodreads
y me decidí a leerlo en ese mismo momento. Y lo empecé en seguida (casi nunca
hago eso).
Tenemos una novela dividida en tres partes, en la primera
tenemos a Mariam, nuestra joven protagonista que es una harami –bastarda-, y vive con su madre en un kolba en Herat. Su madre, Nana, no para de recordarle continuamente
que los caprichos que su padre Yalil le trae no son otra cosa que intentos para
apaciguar su alma por dejarlas a vivir en medio del campo cuando él, uno de los
hombres más ricos de Herat, vive con sus tres esposas y sus nueve hijos en una
mansión. Así conocemos a Mariam, una niña que va creciendo en el kolba apartada del mundo exterior, de
cualquier atisbo de enseñanza y que cuenta las horas para que lleguen los
jueves por la tarde, cuando su padre la visita.
En la segunda parte conocemos a una niña más pequeña,
Laila, en pleno Kabul. Laila tiene nueve años, y un mejor amigo que se llama
Tariq. Empezamos con su historia en 1987, en plena lucha contra las tropas
soviéticas. Sus dos hermanos, a los que ella no conoce, están en el frente
luchando por la liberación de su país aunque ella nunca los ha llegado a
conocer. Pero ella, con sus nueve años, sus ganas de ir al colegio, de leer
todos los libros de su padre, y de intentar sacar a su madre de la cama, lo que
más quiere es estar con Tariq.
En la tercera parte, ya bien entrada la novela, por
diferentes motivos, Mariam y Laila se conocen. La diferencia de edad es
significativa, pero está narrada en ambas voces. No cuento nada más de esta,
porque lo que lleva a ambas protagonistas a esa situación es la mayor parte de
la historia.
Creo que hay un momento en nuestras vidas clave para leer
una historia, para que la vivas en primera persona y con los pelos de punta y
sé que este no era mi momento de leer este libro. La primera parte me costó
mucho de leer, porque estaba yo en un momento poco lector, y la parte de Mariam
(que son sólo cien páginas) la leí en más de una semana. Pero bueno, el momento
es un factor importante que hace que la historia sea más cercana al lector por
x factores, pero lo que es la historia en sí yo la he disfrutado igual. La
podría haber disfrutado más, sí, pero para eso existen futuras relecturas que
estoy segura que haré en algún momento.
«-Mírame, Mariam.
Ella lo hizo a regañadientes.
-Aprende esto ahora y apréndelo bien, hija mía: como la aguja de una brújula apunta siempre al norte, así el dedo acusador de un hombre encuentra siempre a una mujer. Siempre. Recuérdalo, Mariam.»
La trama del libro es un drama pero con ganas. Pero es un
drama natural, y nada forzado. Es una historia que nos cuenta muchas
barbaridades que tristemente hoy en día siguen sucediendo (la novela
prácticamente está situada en la actualidad, sobre todo al final) y eso hace
que aun teniendo tanto dolor, tanta tristeza y miseria encerradas en las
páginas, no se haga exagerado. Por lo tanto, no hay ninguna escena forzada
buscando la lágrima fácil del lector, y eso hace que el libro se viva muchísimo
más, porque sabes que lo que estás leyendo es una realidad de muchas mujeres
afganas.
Es cierto que yo desconocía todo lo ocurrido y a partir
de este libro me voy a poner a indagar más en la historia de este país, que
hasta ahora desconocía a una escala más profunda. Es tan horrible la situación
que nos describe este libro, que aparte de vivir en peligro constante por los
ataques exteriores no puedas ni sentirte segura ni en tu propio hogar, donde
quizás has sido casada a la fuerza y no tienes ni voz ni voto sobre lo que hace
tu marido contigo…
Sé que me estoy centrando más en uno hechos en concreto
que analizando el propio libro, por lo que voy a parar y ponerme a hablar de
los personajes, pero solo por meteros en la horrible realidad que narran en la
historia de verdad que debéis leerlo.
«Laila recordaba la facilidad con la que, de jóvenes, Tariq y ella llenaban los espacios con palabras, el torrente de frases atropelladas con que siempre se interrumpían mutuamente, la manera de tirarse del cuello de la ropa para dar énfasis a sus argumentos, la risa fácil, la avidez por deleitar al otro.»
Mariam es un personaje que me gustó desde el principio
pero que siempre le faltó algo. Quizás porque no me metí en su historia desde
el principio (por lo que he comentado antes). Es cierto que es un personaje que
cae en el pozo de la realidad demasiado rápido, prácticamente en un día todo lo
que conoce desaparece y debe empezar una vida nueva. En la tercera parte me ha
gustado muchísimo Mariam, aunque al principio su actitud pueda parecer extraña
e incluso no bien recibida, es totalmente comprensible. Y al final de la novela
he conseguido la conexión con ella que me había faltado en toda la historia,
porque al final conocemos a la Mariam que se siente querida y acogida, algo que
le ha faltado en la horrible vida que ha vivido.

Si hay algo que cabe destacar de ambos personajes, y lo
pongo aparte porque es algo que tienen las dos mujeres de esta historia es una
fuerza inagotable. Khaled Hosseini ha creado a dos personajes que han perdido
cuanto amaban en esta vida, y aun así tienen que ser oprimidas por indeseables
por el simple hecho de ser mujeres.
Tariq no aparece mucho, y menos en plan protagonista pero
es un personaje que me gustó desde el primer momento de aparición y logró que
se me removieran cosillas por dentro. Sin duda un personaje secundario que me
encantó. Rashid es un personaje que aunque aparece más también lo consideraría
secundario, es un indeseable de narices que conciencia también sobre el
comportamiento de muchos hombres (y no sólo en Afganistan). Creo que es un
personaje que acompaña a la historia y que tenéis que ir descubriendo mientras
leáis.
«Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas,
o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.»
El autor tiene una manera de escribir preciosa, que a
veces puede hacerse algo pesada pero sin duda es especial. Que no se centra
sólo en la historia sino que también cuida los detalles para meternos en el
contexto histórico e ir informando de la historia de Afganistan. Por eso quizás
en algunos momentos puede costar un poco más de leer, pero sin duda estos datos
son importantísimos para meternos de lleno en el momento de la historia (hay
saltos temporales bastante grandes) y que este acompañe a la historia. También
he de decir que he puesto muchísimos post-its
que espero poder traeros en alguna entrada pronto (he hecho un especial de frases aquí!)
Hay momentos muy duros en la historia, así que si sois
algo sensibles (o si la historia os llega en especial) tened el pañuelo a mano
porque lo vais a necesitar. Pero también hay momentos bonitos, momentos de
emoción y esperanza (página 300, por favor) que el autor relata con una calidad
excepcional y que me han llegado a poner los pelos de punta.
El final va acorde con la obra y refleja el resultado de todo
por lo que han pasado nuestras protagonistas a lo largo de los años. No
esperaba que terminase así, me dio muchísima pena una escena, pero sin duda
también aporta un rayito de esperanza ante una situación tan difícil como la
que viven millones de personas (y en particular mujeres) en Afganistán.
Resumiendo, Mil soles espléndidos es una
novela que relata una lucha que viven miles de mujeres todos los días y que nos
adentra de pleno en Afganistán. Sin ser un dramón forzado, es una novela que
evoluciona naturalmente por la realidad de los hechos que ocurren día a día.
Con la prosa de Khaled Hosseini, que consigue darle un toque personal a la
historia y la fuerza de las protagonistas, es imposible que no sufras junto a
ellas mientras leas la historia.
4/5
Laura.