Max es un joven de 13 años que acaba de mudarse a un pueblecito donde nada es lo que parece.  Al conocer a Roland, empieza una amistad que compartirá también Alicia, su hermana.  Pero comienzan a descubrir cosas raras, y el abuelo de Roland tiene bastantes cosas calladas, que no le cuenta a nadie.  Pero Max, Roland y Alicia se involucran en una historia que no tiene ni pies ni cabeza. Pero aun así, corren un peligro muy grave.

Y no lo saben.

Empecé este libro con muchísimo miedo, porque nunca había leído al autor y no sabía qué me encontraría, porque había leído muy buenas críticas de libros como Marina, o La sombra del viento, pero como tenía este libro en la estantería (y la continuación) por un regalo, decidí empezarlo en veranito, que hay tiempo de sobra.

Lo cierto es que me lo terminé en una sola tarde, y tan enganchada me tenía la historia que creo que no me levanté de la cama ni una sola vez. La forma de narrar de Zafón me ha encantado, es ágil, ligera, muy fluída, y sabe meterte de lleno en la historia gracias a las descripciones de los lugares en los que se transcurre la historia y de la psicología de cada personaje, ésos pequeños detalles que hacen únicos a cada uno de ellos. Así que empiezo esta reseña hablando de ellos, los personajes. Empezamos hablando de Max, nuestro protagonista. Tiene 13 años y es el segundo de tres hermanos. Es muy curioso, y quiere descubrir la verdad desde el principio.

Alicia es la hermana mayor, con 15 años. Suele ir ausente, o peleándose con su hermana pequeña Irina. Roland es el amigo que hace Max, y que después conocerá Alicia, y que le enseña el pueblo poco a poco, mientras su amistad evoluciona rápidamente. Irina, la hermana menor apenas se conoce ya que sucede algo con ella que sólo descubriréis qué es leyendo el libro y hace que no tome protagonismo (al menos no mucho) en la historia. Victor Kray es el “abuelo” de Roland. Se ocupa del faro desde hace veinte años, esperando algo. O a alguien.

El príncipe de la niebla es uno de ésos personajes que hacen que la obra tome forma, porque no había visto nada así en ningún otro libro, y es alguien verdaderamente especial.

La trama está perfectamente elaborada, desarrollando la historia página a página, poco a poco. El autor juega con los personajes moviéndolos de un lado a otro, y hay momentos en los que dices: Sí, vale, ahora verán a nosequién; y descubres que el autor ha conseguido engañarte y hacerte pensar lo que va a pasar, y después que te hagas dar cuenta que te has equivocado.

La historia de amor de Roland y Alicia es verdaderamente corta, pero debo admitir que me ha enamorado locamente. Aunque se veía desde antes, aunque sólo haya unos pocos besos es… Oins, es que son tan monos juntitos.

Es un libro que me sorprendió bastante, porque el autor lo escribió en 1999, y claro, después de leerlo, te das cuenta de que tiene catorce años, pero que aun así el libro es como si estuviera narrado actualmente.

El final es… Buf. Toda la acción que sucede en la novela se acumula en éstas últimas cincuenta páginas, encima debo admitir que lloré un poco y todo.

Por una parte es cerrado y por otra no. No puedo explicar las partes, pero creo que aunque sea una trilogía la segunda parte también tendrá un buen juego, y que el autor conseguirá que me guste tanto como éste.

Debo resaltar la maravillosa edición que le ha regalado Planeta a éste libro, con la sobrecubierta, la portada tan bonita y… asadjakajd. Dejaré de hablar de esto, porque es ser también algo superficial.

Resumiendo, El príncipe de la Niebla es una excelente novela que me ha maravillado, de principio a fin. Con una trama muy bien elaborada, unos personajes que me han encantado, con intrigas, misterios y una pequeña historia de amor es un libro que recordaré durante mucho tiempo. Una lectura muy ágil que perfectamente se puede leer en unas pocas horas.

No será la última historia que lea de Zafón, eso seguro.

¿Os atrevéis a volar entre sus páginas?